curadores – Invasiones Bárbaras http://www.invasionesbarbaras.com Industrias culturales para el tercer mundo. Thu, 11 Mar 2010 20:29:18 +0000 en-US hourly 1 https://wordpress.org/?v=4.4.11 Creadores, críticos, curadores, consumidores http://www.invasionesbarbaras.com/2009/04/23/creadores-criticos-curadores-consumidores/ http://www.invasionesbarbaras.com/2009/04/23/creadores-criticos-curadores-consumidores/#comments Thu, 23 Apr 2009 05:33:36 +0000 http://www.invasionesbarbaras.com/?p=97 Retomando una idea que se me ha quedado un poco en el aire: hace tiempo hablaba de promover la figura del coleccionista joven como una manera de dinamizar el mercado/circuito de arte local, potenciando la aparición de nuevos consumidores que a su vez diversifiquen las posibilidades para nuevos creadores.

He seguido pensando mucho sobre esto y cómo articularlo, y no estoy del todo seguro, la verdad, que sea la figura correcta. No lo sé – porque creo que esta figura sigue suponiendo que los diferentes roles que juegan los personajes en este circuito son más o menos definidos y, en gran medida, cerrados. Uno encaja en una de las categorías y básicamente cumple el rol en el que ha caído, fin de la historia.

Creo que así visto se pierde mucho del potencial de la época en la que estamos viviendo ahora, y el influjo de la transformación tecnológica. Sí, claro, esto tiene de por sí una serie de problemáticas cuando lo relacionamos con el mundo del arte y la cultura, pero sería bueno también empezar a desentrañar esas problemáticas.

Me ayudó mucho una investigación de Forrester Research sobre “tecnográficas sociales”: catalogando los diferentes roles que adoptan las personas en las redes sociales en la web. El informe asigna seis categorías: creadores, coleccionistas, críticos, seguidores, espectadores e inactivos, según los diferentes tipos de comportamientos que tienen las personas en estos nuevos medios virtuales – algo sobre lo que comenté hace poco en mi otro blog. Pero la nota que me resultó más interesante fue que las categorías no son excluyentes y son bastante contextuales: personas que cumplen con un rol en un contexto o en una red pueden cumplir otro diferente en otro contexto. Los roles no están cerrados.

Esto me ayudó mucho a entender mejor lo que se podía conseguir con este proyecto, o pseudoproyecto, o lo que fuera. No solamente repotenciar los roles existentes en el mundo del arte y de la cultura en un sentido más amplio, sino también reinterpretarlos de una manera que se ajuste más con esta nueva “tecnográfica social”, o en términos menos oscuros, que vaya más de la mano con la nueva lógica que está rearticulando nuestra cultura a gran escala.

De allí esta otra posibilidad: sin dejar de lado el eje de promover el coleccionismo de arte entre los jóvenes bajo una figura reinterpretada, creo que esto abre la puerta para reinterpretar la manera como cuatro roles diferentes se interrelacionan. Creadores, críticos, curadores, y consumidores – la relación con la tecnográfica social de Forrester es evidente. Pero la idea es que todos los que participamos de este circuito de intercambio somos un poco de todo, pero con diferentes énfasis: yo, como consumidor, me veo en la necesidad de ser en alguna medida crítico para discriminar lo que me gusta de lo que no, curador de mi propia colección contextualizada de objetos culturales, y en la medida en que este trabajo de crítica y curaduría expresan ellos mismos una cierta visión, también soy en cierta medida creador, pero mi juego con los otros roles gira siempre en torno a mi núcleo como consumidor. Las mismas líneas podrían trazarse a partir de los demás roles.

Entonces, creo que aquí estamos perdiendo una posibilidad interesante si no prestamos atención a que cumplimos varios roles al mismo tiempo, y nos concentramos solamente en formarnos dentro de uno. Articular una comunidad de coleccionistas jóvenes implica no solamente “educarlos” como consumidores, sino más importantemente, acompañarlos en el entendimiento de los diferentes roles que juegan, y cómo ellos mismos son sus propios críticos, curadores, e incluso creadores.

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Más amor al arte http://www.invasionesbarbaras.com/2008/12/07/mas-amor-al-arte/ http://www.invasionesbarbaras.com/2008/12/07/mas-amor-al-arte/#comments Sun, 07 Dec 2008 06:57:50 +0000 http://www.invasionesbarbaras.com/?p=75 Hace un par de días conversaba con Gabriel Alayza, pintor/ilustrador/diseñador, sobre una de las ideas que solté para la pregunta “¿Qué harías por amor al arte?“. Me refiero a la idea 26:

26. Promover la colección de arte entre gente joven. Yo tengo 23 años. ¿Por qué no puedo tener perfil de coleccionista joven? Podemos empezar a promover que gente joven invierta en artistas jóvenes. Es un hábito que se queda.

Gabriel me contextualizó muchísimo más en este asunto del cual, realmente, no sé nada. Pero al parecer es una oportunidad para revolucionar todo el circuito de producción-distribución-comercialización de arte en el Perú, que no sólo es de una envergadura bastante limitada sino que, además, está restringido a unos pocos círculos que acaparan prácticamente la totalidad del movimiento.

Definitivamente no tengo aún una idea clara, pero es algo en lo que espero empezar a trabajar, a partir de algunas de las ideas que hemos conversado. Primero, ¿quién es el coleccionista o el potencial coleccionista de arte en el Perú? Hasta ahora el asunto se ha limitado a sectores socioeconómicos muy específicos (es decir, los sectores con mayores recursos disponibles para invertir en arte). Muy poco se ha considerado sobre cómo ampliar este “mercado objetivo”. Más aún, cuando se habla de coleccionistas jóvenes, se piensa más bien en un perfil de un coleccionista mayor de 35 años.

Y se siguen abriendo preguntas a partir de ahí. ¿Qué es propiamente “coleccionar” arte? Además, cuando empezamos a pensar en coleccionistas jóvenes (digamos, entre los 20 y los 30 años), ¿”coleccionar arte” seguirá significando lo mismo? Parecería que no, por la diversidad de condiciones y de recursos con los que un coleccionista joven puede contar para invertir y mantener una colección. Pero, también, porque las nuevas generaciones se aproximan al arte con una sensibilidad diferente: una generación que ha crecido inmersa en la cultura de lo visual exhibe una aproximación diferente al universo de lo visual. Además de que, para muchos jóvenes, el espectro de lo artístico es también más amplio: no es solamente la pintura, sino que también estamos hablando de objectos de consumo, música, películas, y demás. ¿Cómo se incorporan todos estos nuevos elementos dentro de la figura de “coleccionar”?

Hay toda una serie de variables ambientales que ir identificando y con las cuales ir jugando. El asunto, en el fondo, parece ser el siguiente: la brecha que existe entre el consumo ocasional de objetos artísticos (p.ej. tener un cuadro para tu cuarto o tu sala) y el coleccionista de arte es demasiado amplia, y en la práctica resulta una brecha insalvable para alguien que no tenga (a) los recursos materiales para invertir en el arte mismo, y el conocimiento para identificarlo y seleccionarlo, y (b) los contactos y las conexiones para introducirse en la lógica propia del mundo de los coleccionistas de arte, que incluye artistas, galeristas, curadores, críticos, coleccionistas, entre otros personajes. La idea de promover la figura del coleccionista joven es un poco salvar esa brecha: desarrollar los recursos, espacios y circuitos para poder acompañar a una persona joven, con un interés especial y potencial en el arte, para que recorra el camino del consumo casual a alguna forma más estructurada de coleccionar arte. Es decir que lo primero es desmitificar una serie de cosas: primero que nada, desmitificar el arte como algo alejado de la realidad cotidiana y reservado tan sólo a unos pocos legitimados para participar en ese mundo; desmitificar lo que es un coleccionista y un crítico y quiénes tienen derecho y acceso a desarrollar una sensibilidad para evaluar y juzgar sobre lo artístico; desmitificar que, en consecuencia, el acto de coleccionar arte no sea algo que pueda construirse como un hábito, de a pocos, a partir de un proceso de aprendizaje e involucramiento paulatino, en el cual existe también un espacio para que una persona joven se involucre. Y allí donde no encontremos que exista ese espacio, es donde debemos hacer el esfuerzo especial por inaugurarlo.

Creo que los beneficios de una figura de este tipo son múltiples. En primer lugar, ampliar significativamente la base de gente que desarrolla un interés activo en el mundo del arte y se involucra con su desarrollo. Hacerlo, además, desde temprana edad favorece el que se desarrollen hábitos que se puedan fortalecer con el tiempo. Todo esto conseguiría, también, ampliar el circuito del arte y sacarlo de ámbitos restringidos hacia una cuestión más amplia y abierta, ampliando también la posibilidad de estilos y propuestas que se pueden encontrar, de perspectivas desde la crítica, y de perfiles de coleccionistas. Lo interesante es también como esto nos abre el espacio para articular una comunidad artística amplia y más cohesionada, con más vertientes: esto porque me parece que en este proceso de salvar o achicar la brecha, es necesario un proceso de acercamiento de todos los actores que se mueven en esta dinámica unos con otros. Es decir, para acompañar a un coleccionista joven en este proceso, la idea es acercarlo a conversar con el artista, con el curador, y con todos los personajes de la historia para que conozca más de cerca cómo interactúan los roles. No sólo gana así la confianza, sino también las herramientas para poder ingresar en el universo del arte sin sentirse (tan) perdido.

Todo esto es un proceso que, además, se va desarrollando en el tiempo: coleccionistas jóvenes pueden invertir en el arte de artistas jóvenes, y generaciones de coleccionistas/curadores/críticos/artistas pueden ir creciendo y desarrollándose juntos, retroalimentándose en el proceso.

Ésta es una idea en la que espero empezar a trabajar un poco a partir de enero, en primer lugar conversando con más personas involucradas y puliendo el modelo, haciendo los primeros pilotos e identificando perfiles y personas. Cosas que me gustaría saber: ¿Hay experiencias previas de esto a nivel mundial/regional/local? ¿Qué obstáculos existen a una idea de este tipo? ¿Quiénes podrían ser los mejores aliados a los que recurrir para sacar esto adelante? ¿Cuál sería la mejor manera de promoverlo/difundirlo? Obviamente son preguntas bien amplias sin respuesta clara, pero son las primeras preocupaciones en las que podemos ir trabajando. Por supuesto, cualquier comentario es bienvenido.

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