Humanidades aplicadas

July 3, 2009 – 12:56 am

¿Será que la manera como hemos venido a enseñar las humanidades, es un modelo que se vuelve inválido? No porque por sí mismo no funcione, sino porque cada vez le cuesta más, en su encierro sobre sí mismo, darnos respuestas relevantes e interesantes a nuevos problemas que, en muchos casos, se rehúsa a aceptar como problemas que le competan.

Liz Coleman, en esta charla TED, habla de la necesidad de rediseñar la manera como enseñamos las humanidades para orientarlas a la acción.

“Tienes una mente, y tienes otras personas. Empieza con eso, y cambia el mundo.”

Caminar

June 30, 2009 – 8:02 pm

Me encanta caminar, a pesar de que Lima es una ciudad muy poco caminable. Tenemos una muy mala relación con el espacio, y peor aún, con el peatón.

Leyendo el blog de Juan Freire después de tiempo me encuentro con un proyecto para peatonalizar un espacio vinculado con una campaña en medios sociales, como Facebook. Construir un espacio habilitado para peatones sería un gran triunfo para una ciudad como Lima, que por múltiples razones se sigue construyendo como una ciudad para autos, y no consigo entender por qué. Sobre todo la desregulación de la importación de autos usados durante los años noventa ha significado que el automóvil se convierta en el principal medio de transporte dentro de la ciudad, generando un problema del huevo y la gallina: hay más autos porque no hay transporte público eficiente, y no hay transporte público eficiente porque la gente se mueve en autos.

Claro, hay un enorme sector mal atendido que utiliza el transporte público todos los días. El mismo sector que hoy día ha sufrido enormemente por un paro de transportistas. Pero todos nuestros trazados, nuestras obras públicas, nuestros proyectos de transporte van en la misma dirección: ampliar la capacidad para que el hipercomplicado problema del tráfico en Lima pueda aliviarse de alguna manera.

El proyecto de peatonalización resalta la importante idea del diseño, y lo que el diseño puede hacer por un espacio. Y en Lima, no faltan espacio que puedan integrarse de una manera peatonal mucho más cohesionada – no que tengan que volverse exclusivamente vías peatonales, pero sí calles y avenidas por las que se pueda caminar de una manera mucho más disfrutable. Los beneficios terminan siendo múltiples: en términos de salud y calidad de vida, por ejemplo, de ornato, pero también en términos comerciales y económicos.

¿Por qué es esta idea importante? Porque la peatonalización le da vida humana a una ciudad. Recupera la idea de que la ciudad, en gran medida, nos pertenece y que hacemos de ella un espacio para algo más que la supervivencia. Cuando uno quiere simplemente pasear, las opciones que le quedan suelen limitarse a espacios mediados por el consumo. Si quiero sentarme con amigos a conversar, ocurre lo mismo: no existen espacios, en el sentido literal del asunto, en los cuales podamos existir cómodamente sin que exista algún tipo de mediación del consumo – tener que comprar algo o sentirnos mal por ocupar una mesa. El problema es que esta lógica fácilmente se traduce a otros espacios: el ámbito político, por ejemplo, se convierte en un espacio ajeno, al cual hay que pagar para entrar. El espacio urbano se convierte en un espacio por el que nadie se preocupa, cuyos problemas se resuelven tirando más concreto encima para facilitar el desplazamiento de masas sin nombre a lugares sin nombre.

Caminar por una ciudad es darse cuenta de su lenguaje, de sus problemas, de las diferentes cosas que hay en ella y que a menudo nos sorprenden. En Lima, en gran medida no tenemos ese privilegio, cuando debería ser algo tan fácil de conseguir. Ampliando algunas veredas, mejorando la iluminación de algunas zonas, conectando las pocas áreas verdes y parques que tenemos, se podrían conseguir fácilmente circuitos por los cuales la gente pueda caminar, correr o montar bicicleta. Si empieza a circular mayor tráfico peatonal por zonas comerciales, eso de por sí es un incentivo para que aparezcan restaurantes, bares, cafés, tiendas, y demás espacios donde la gente puede parar en el camino. Lo que se consigue efectivamente es, también, revitalizar una zona. Y lo más importante, es que se revaloriza el espacio de la ciudad para que los ciudadanos empiecen a verse más reflejados en ella no simplemente como el lugar en el que se ven obligados a sobrevivir, sino como un espacio con el cual se encuentran personalmente involucrados.

¿Cómo podrían los peatones recuperar las calles y hacerlas caminables?

Resolviendo nuevos problemas

June 14, 2009 – 2:05 pm

Seth Godin tiene algunas ideas sobre los libros de referencia asignados en los cursos universitarios:

En un mundo de wikipedia, donde cada definición está a un click, es tonto darme definiciones para memorizar. ¿Dónde está el contexto? Cuando quiero enseñarle a alguien marketing (y lo hago, todo el tiempo) nunca presento la información como un libro de referencia lo hace. Nunca he visto un solo artículo en un blog que diga, “¡esperen a que explique lo que aprendí del libro de referencia!” [Traducción mía. Traduzco inexactamente “libro de referencia” por “textbook”, los libros principales asignados en un curso en los cuales se basa el profesor, que son a menudo grandes, complicados y sobre todo caros.]

Lo cual me hizo recordar la noticia que salió más temprano en esta semana, sobre un estudiante de informática en California que fue denunciado por un profesor por compartir los ejemplos de sus tareas en línea luego de entregarlas. Kyle (el estudiante) compartía los ejercicios resueltos en línea con cualquier programador que quisiera usar su código para un problema similar. Comenta Cory Doctorow en BoingBoing:

Pero la conveniencia para los profesores debe ser secundaria al valor pedagógico de la experiencia universitaria – especialmente ahora, con la universidades incrementando las pensiones e intentando justificar una educación que puede poner a los estudiantes en deuda por la mayor parte de sus vidas. Los estudiantes trabajan más duro cuando el trabajo que hacen es significativo, cuando tiene valor no sólo como la vara usada para medir su comprensión. [Traducción mía]

El asunto es que lo que Kyle hacía no era poner el material para que otros se copien. Era ponerle valor a su propio trabajo para que otros pudieran construir cosas con él. Esta noticia ha sido iluminadora también para mí, que frecuentemente he utilizado los trabajos en clase y los exámenes simplemente para medir si los alumnos estaban entendiendo el tema. Pero se puede hacer tanto más, y presuponer el desinterés o la falta de voluntad de los alumnos es quizás el primer error que cometemos en este proceso.

Me parece que estas ideas son muy importantes para pensar en qué cosas podemos hacer con la educación y con el aprendizaje, y particularmente me interesan mucho ahora que estoy muy interesado en la construcción de espacios.

Reinterpretando el aprendizaje – experiencias previas

June 1, 2009 – 12:06 am

Hace tiempo quería escribir sobre esto.

Uno de los proyectos que me interesa explorar es el desarrollo de una base de conocimientos para educadores, sobre todo en la medida en que permita recoger experiencias y prácticas recomendadas para involucrar a alumnos de múltiples niveles con nuevas tecnologías y medios sociales.

He ido encontrando algunas experiencias similares. En primer lugar, mi amiga Alex me hizo llegar hace tiempo este artículo sobre una nueva experiencia en Inglaterra, donde es el mismo Estado el que está promoviendo la creación e implementación de este tipo de recursos. Pero aunque suene bonito así (sobre todo el reconocimiento formal), el control centralizado trae sus propios problemas:

“Un recurso digital moderado nunca podrá ser tan poderoso como uno sin moderación”, dice [Noel] Jenkins. “Mucha gente no sé cómo se ve un buen recurso de TICs, y me preocupa que los maestros que estén un poco ‘fuera de línea’, creando contenido nuevo e innovador, vayan a verse frustrados por los moderadores. Bien podría aplastar la creatividad.” [Traducción mía]

Luego me encontré con esta otra experiencia – el SMC, Social Media Classroom – una experiencia que incorpora dos componentes: el “Collaboratory”, una plataforma basada en Drupal que brinda la funcionalidad para que los educadores puedan colaborar en una plataforma virtual para compartir recursos; y el “Classroom”, que incluye además materiales y contenidos además de la plataforma. Es decir, el SMC no sólo tiene una implementación de la idea, sino que brinda también los recursos para que otros interesados (como lo que podría ser un proyecto local) hagan sus propias implementaciones de la plataforma y la adapten a sus propias necesidades.

La otra experiencia que acabo de encontrar es el Learning Library del Project New Media Literacies del MIT, uno de los proyectos más interesantes que he encontrado. De manera similar, el Learning Library busca recopilar y ofrecer una serie de materiales y contenidos, pero con el énfasis adicional en que los educadores y los estudiantes se sientan en libertad de remezclar este material, y transformarlo para generar sus propios productos. La dimensión que este recurso y el proyecto NML en general buscan promover es que entre las nuevas competencias que permiten desarrollar las nuevas tecnologías, el enfoque educativo debe orientarse más hacia el juego de los estudiantes con el contenido, antes que su simple repetición. El juego permite llevar mucho más fácilmente a la apropiación, a apoderarse del contenido, lo cual he tenido oportunidad de ver en acción últimamente.

Educación moral a través de la cultura popular

May 17, 2009 – 4:53 am

Hace unos días tuve oportunidad de realizar una presentación sobre la serie de anime Death Note desde una perspectiva filosófica, en una conferencia organizada por el Bunka Yugo Club de la PUCP. El BYC se dedica, según ellos mismo explicaron, a promover la interculturalidad y el acercamiento, en particular, a la cultura oriental, a través de diferentes actividades que incluyen la proyección y la discusión de series de anime, como Death Note.

Muchas cosas del evento me sorprendieron y me han dado mucho que pensar. Empezando por el lleno total de la sala: en su mejor momento, la sala no sólo estaba completamente llena (con una capacidad fija de alrededor de 80-100 personas), sino que la gente estaba abarrotada en los pasillos laterales y en las puertas. Había más gente en ese salón que la que normalmente hay para una clase. Segundo, por el grado de involucramiento. La gente, la mayoría al menos, estaba muy metida en el tema, muchos de ellos grababan el audio, otros tomaban video y fotos, era una cosa realmente alucinante.

Tercero, y lo más interesante. La discusión. Obviamente, nuestro objetivo en la conferencia era llevar el “texto”, Death Note, a los límites de la interpretación, reintroducirlo en nuevos contextos desde los cuales nos dijera cosas nuevas y medianamente interesantes. Lo cual nos llevó a discusiones largas y complejas sobre el bien y el mal, la moral, la responsabilidad, la política, el Estado, el poder, la legitimidad, y demás. Pero había discusión, y había buenas preguntas y temas planteados, quizás mejores de lo que encontraríamos normalmente en una clase de filosofía. He allí lo interesante del asunto: cambiando un poco el contexto y el referente de la discusión, estas personas no tenían ningún problema en pasearse por analogías, comparaciones, ejemplificaciones, armando argumentaciones y defensas convincentes de diferentes puntos de vista. Fue una discusión sumamente interesante.

Hay mucho pan por rebanar aquí. Pero lo que más quiero resaltar aquí es la oportunidad, y el desafío, que este tipo de experiencias nos plantean. Yo mismo he experimentado en clases el problema de no poder involucrar a los alumnos tanto como me gustaría, compenetrarlos con temas que definitivamente son lejanos y complicados y, encima, luchar contra el que no lean, que no se informen, que no manejen los referentes. Pero quizás estamos partiendo de los referentes inadecuados, y utilizando las estrategias inadecuadas también. Ellos tienen ya ideas en la cabeza sobre estos y varios otros temas, sólo que estas ideas están codificadas en un idioma diferente. Y no digo que entonces tenemos que traducir todo a ese idioma, y legitimar el que no lean textos que no les interesan y cosas así. Pero, ciertamente, partir de los referentes que conocen y que tienen una marca de confianza para ellos es una mejor entrada para luego vincularlos con otros contenidos, que lo que solemos intentar. Al menos, basado en esta experiencia, parecería ser algo más efectivo.

Justamente, hace unos días me conseguí el libro Everything Bad Is Good For You: How Today’s Popular Culture Is Actually Making Us Smarter, de Steven Johnson. No he podido empezar a leerlo aún, pero creo que me dará mucho material en esta línea. De las primeras páginas:

Espero que para muchos de ustedes este argumento resuene con una sensación que hayan tenido en el pasado, aún si lo hubieran reprimido en ese momento – una sensación de que la cultura popular no está encerrada en una caída en espiral de estándares en deterioro. La próxima vez que escuchen a alguien quejarse de mafiosos violentos en la TV, o desnudez accidental en la pantalla, o la superficialidad de los reality shows, o las miradas perdidas de los adictos al Nintendo, piensen en la curva somnolienta elevándose firmemente por debajo de todo ese caos superficial. El cielo no se está cayendo. De muchas maneras, el clima está mejor que nunca. Sólo se necesita de un nuevo tipo de barómetro para darse cuenta. [Traducción mía]

Pensar en la educación moral de la cultura popular requiere de todo un nuevo conjunto de categorías, criterios y conceptos. Ver los problemas de la naturaleza humana reflejados en Lost, o la problemática política contemporándea sobre los derechos civiles retratada en 24, requiere no tanto que reformulemos Lost y 24 para que toquen los temas de una mejor manera. Por el contrario, requiere que nos reformulemos nosotros mismos no sólo para saber identificar estas tramas, sino para saber ponerlas en un contexto más amplio dentro de nuestra experiencia de consumo de medios y de información. Lo cual, además, no tiene por qué significar que la cultura popular se vuelva aburrida en la medida en que se vuelve “educativa”, sino que todo lo contrario, es ampliar el espectro de significado que tienen los objetos culturales que nos gustan.

Y creo que por eso todos los que estaban allí ese día escuchando sobre Death Note lo encontraban suficientemente interesante como para sacrificar su hora de almuerzo por ello. Porque el interés ya está formulado, y está tan formulado que quieren saber más, y quieren tener más herramientas para poder sacarle más contenido a los productos que consumen. Con un poco de suerte, los que expusimos algo allí les brindamos algunas más herramientas que incluso incrementarán su gusto por la serie.

O quizás no. Es muy pronto para saberlo. Pero creo que aquí hay mucho material muy interesante para seguir revisando.

Tres proyectos

May 17, 2009 – 1:09 am

Repasando, tres proyectos que me gustaría canalizar/promover/empujar desde este modesto espacio y a partir de nuestra modesta temática.

  • Creadores, críticos, curadores, consumidores. Éste es un proyecto que busca abrir la discusión sobre cómo estos roles se están reconfigurando en el universo local del arte y la cultura. El objetivo final es ampliar los límites del circuito, incluir nuevos consumidores y nuevos productores en la dinámica de los mercados de arte y cultura en Lima.
  • Nuevas tecnologías para nuevos educadores. Idea un poco más suelta todavía. Básicamente – empezar a reunir y diseñar prácticas recomendadas, materiales, recursos, que permitan a profesores a diferentes niveles en el Perú integrar nuevas tecnologías, medios sociales, y elementos y contenidos, digamos, “alternativos”, en su trabajo cotidiano. Últimamente he tenido una experiencia interesante en este sentido que me ha dado muchas ideas.
  • Y una nueva idea que se me quedó hoy de una conversación con Rafael. Retomar el espacio público en Lima, retomarlo culturalmente. ¿Cómo? No sé, pero sería un bonito proyecto también.

Son las cosas que se me ocurren y recuerdo ahorita. Sería interesante, me gustaría mucho, empezar a utilizar este espacio como el medio para circular información y empezar a movilizar esfuerzos en torno a estos proyectos. Sugerencias y aportes bienvenidos. Y hay más – qué hacer con la música en el Perú, con el cine, pero no se puede hacer todo a la vez. No sé si meterle todo en una misma bolsa y volverlo otro proyecto, desagregarlo, volverme un poco loco, no sé. Baby steps.

Creadores, críticos, curadores, consumidores

April 23, 2009 – 12:33 am

Retomando una idea que se me ha quedado un poco en el aire: hace tiempo hablaba de promover la figura del coleccionista joven como una manera de dinamizar el mercado/circuito de arte local, potenciando la aparición de nuevos consumidores que a su vez diversifiquen las posibilidades para nuevos creadores.

He seguido pensando mucho sobre esto y cómo articularlo, y no estoy del todo seguro, la verdad, que sea la figura correcta. No lo sé – porque creo que esta figura sigue suponiendo que los diferentes roles que juegan los personajes en este circuito son más o menos definidos y, en gran medida, cerrados. Uno encaja en una de las categorías y básicamente cumple el rol en el que ha caído, fin de la historia.

Creo que así visto se pierde mucho del potencial de la época en la que estamos viviendo ahora, y el influjo de la transformación tecnológica. Sí, claro, esto tiene de por sí una serie de problemáticas cuando lo relacionamos con el mundo del arte y la cultura, pero sería bueno también empezar a desentrañar esas problemáticas.

Me ayudó mucho una investigación de Forrester Research sobre “tecnográficas sociales”: catalogando los diferentes roles que adoptan las personas en las redes sociales en la web. El informe asigna seis categorías: creadores, coleccionistas, críticos, seguidores, espectadores e inactivos, según los diferentes tipos de comportamientos que tienen las personas en estos nuevos medios virtuales – algo sobre lo que comenté hace poco en mi otro blog. Pero la nota que me resultó más interesante fue que las categorías no son excluyentes y son bastante contextuales: personas que cumplen con un rol en un contexto o en una red pueden cumplir otro diferente en otro contexto. Los roles no están cerrados.

Esto me ayudó mucho a entender mejor lo que se podía conseguir con este proyecto, o pseudoproyecto, o lo que fuera. No solamente repotenciar los roles existentes en el mundo del arte y de la cultura en un sentido más amplio, sino también reinterpretarlos de una manera que se ajuste más con esta nueva “tecnográfica social”, o en términos menos oscuros, que vaya más de la mano con la nueva lógica que está rearticulando nuestra cultura a gran escala.

De allí esta otra posibilidad: sin dejar de lado el eje de promover el coleccionismo de arte entre los jóvenes bajo una figura reinterpretada, creo que esto abre la puerta para reinterpretar la manera como cuatro roles diferentes se interrelacionan. Creadores, críticos, curadores, y consumidores – la relación con la tecnográfica social de Forrester es evidente. Pero la idea es que todos los que participamos de este circuito de intercambio somos un poco de todo, pero con diferentes énfasis: yo, como consumidor, me veo en la necesidad de ser en alguna medida crítico para discriminar lo que me gusta de lo que no, curador de mi propia colección contextualizada de objetos culturales, y en la medida en que este trabajo de crítica y curaduría expresan ellos mismos una cierta visión, también soy en cierta medida creador, pero mi juego con los otros roles gira siempre en torno a mi núcleo como consumidor. Las mismas líneas podrían trazarse a partir de los demás roles.

Entonces, creo que aquí estamos perdiendo una posibilidad interesante si no prestamos atención a que cumplimos varios roles al mismo tiempo, y nos concentramos solamente en formarnos dentro de uno. Articular una comunidad de coleccionistas jóvenes implica no solamente “educarlos” como consumidores, sino más importantemente, acompañarlos en el entendimiento de los diferentes roles que juegan, y cómo ellos mismos son sus propios críticos, curadores, e incluso creadores.

Construir recursos para los maestros en el Perú

March 30, 2009 – 12:20 am

Últimamente he estado sacando muchas ideas de las charlas de TED, una serie de conferencias con pensadores sumamente interesantes de todos los campos. Entre las que he estado viendo últimamente, encontré esta charla de Bill Gates, fundador de Microsoft y presidente de la Fundación Gates, que viene promoviendo innovaciones de bastante amplia escala en el campo de las soluciones sociales. Aunque puedo estar muy desacuerdo con Bill en el campo del software, en el campo de la filantropía y de la acción social debo reconocer que está promoviendo iniciativas muy interesantes. Su charla habla de dos problemas: primero, el problema de cómo enfrentar una enfermedad que se contagia a través de mosquitos; y el segundo, del que quiero hablar aquí, el problema de cómo hacemos que un maestro sea excelente.

Lo cual me llevó a la siguiente idea, que someto aquí a la alegre discusión del público. Qué pasaría si hiciéramos lo siguiente: crear un foro virtual de discusión dirigido a maestros (estoy pensando principalmente de nivel escolar, aunque lo cierto es que nuestros profesores de educación superior también podrían verse beneficiados) donde pudieran reunirse, articular una comunidad donde puedan compartir y discutir buenas prácticas, metodologías, contenidos, y demás innovaciones que pudieran contribuir a su mejoramiento profesional. Podríamos construir la plataforma e invitarlos a participar e involucrarse, compartiendo sus propias experiencias, y brindándoles recursos para, por ejemplo, incorporar nuevas tecnologías en su metodología educativa y ayudar a sus alumnos, a su vez, a aprender a manejar estas nuevas tecnologías.

El problema de la educación en el Perú es ancho y ajeno, y los maestros son personajes centrales en esta historia, su función a menudo desatendida y su importancia dejada de lado. Un espacio como éste, me parece, podría servir múltiples propósitos: empezando por crear un espacio donde los mismos maestros encuentren que su trabajo es de primera importancia y que puede recibir el reconocimiento que merece, sobre todo allí donde ellos mismos están dispuestos a experimentar e innovar con mejores soluciones para sus clases.

Esto podría derivar, en el futuro, en diversos resultados. Por ejemplo, discusiones fructíferas sobre diversos temas podrían luego sistematizarse en documentos tipo “white papers” que podrían difundirse no sólo entre los miembros de la comunidad sino con otros maestros y colegios también. O, por ejemplo, los maestros participantes podrían acceder a la posibilidad de que se grabe una de sus clases, que se comparta con los demás particpiantes para que puedan recibir feedback sobre lo que funciona bien y lo que no, y puedan de esa manera mejorar.

Son cosas que se me ocurren de entrada. Antes de perder la idea preferí sentarla en texto y compartirla para ver si a alguien le resultaba interesante, y podía contribuir a mejorarla. Es una idea que depende de la buena voluntad de los participantes de querer involucrarse y mejorar profesionalmente, lo cual anticipo no será masivo, pero por eso mismo permite construir una comunidad quizás pequeña, pero bien articulada, cuyo potencial efecto multiplicador para brindar mejores herramientas a los maestros es enorme.

Un poco de música

March 24, 2009 – 12:27 am

Siguiendo con uno de los temas recientemente descubiertos en este rincón, algunas notas musicales (¡ja!) como para empezar la semana.

Presentación del disco de Radio Huayco. Lo primero es que este jueves 26 a las 8pm, Radio Huayco presenta su primer disco, “La banda sonora de Lima”, en el Centro Cultural de España. Lo que me parece más interesante del asunto es que el disco viene con todo un concepto detrás sobre identidad y urbanidad, y junto con la presentación del disco y el concierto de ley habrá un pequeño conversatorio sobre el tema con autores que han colaborado en formular los textos que acompañan el disco (Sandro Venturo, Pablo Vega Centeno, Santiago Alfaro, Lucero del Castillo y Efraín Rozas).

Me gusta mucho el sonido de la banda y que manejen un concepto más amplio dentro del cual se inserta su música, así como la manera como se promocionan vía la web y MySpace. Y claro, también me gusta mucho su música, que pueden degustar en su página de MySpace.

Chakruna y Chapillacs en el CCE. Viendo la misma agenda del Centro Cultural de España me entero que la noche anterior, el miércoles 25, a las 7:30pm, se presentarán ahí mismo dos grupos: Chakruna – grupo iquiteño que fusiona el rock con los ritmos amazónicos – y Chapillacs – banda arequipeña de cumbia pop psicodélica-. Indagué un poco y el asunto parece interesante. Aquí les dejo algo de los Fabulosos Chapillacs, “El milagro verde”:

Grandes de la cumbia peruana. Finalmente, para cerrar con un poco más de cumbia, encontré en Facebook la recomendación del blog Grandes de la cumbia peruana. Dentro de lo poco que he tenido tiempo de ver, la cuestión es algo así como un proyecto cuasiarchivístico para promover la cumbia de la costa en particular. Blog dixit:

Este es un proyecto dedicado a presentar y difundir el trabajo de los pioneros de la cumbia peruana. En esta seccion del blog, el termino cumbia peruana se usa exclusivamente para referirse a la cumbia costeña, principalmente limeña. Cabe mencionar que tambien existe la denominada cumbia amazonica y la cumbia andina (chicha).

Tengo un fetiche particular por este tipo de proyectos archivísticos, así que vale más de una mención y espero poder retornar seguido. Hasta ahora me parece genial descubrir a Los Blue Kings de Ñaña – hace poco tuve también la oportunidad de descubrir de Los Quantos de Ica, otra muy buena recomendación.

Pronto, espero, más novedades musicales.

Amauta 2.0

March 18, 2009 – 3:41 pm

Hace unos días conversaba con Daniel Luna, otro filósofo conflictuado, entre otras cosas sobre la filosofía peruana (el blog de Pensamiento Peruano de Daniel es un proyecto lamentablemente inactivo), Mariátegui y la manera como autores y obras un poco se han perdido por el tiempo y no han sido realmente reapropiados y asimilados por nuevas generaciones. O peor aún, que allí donde lo han sido, ha sido de un modo frecuentemente poco crítico y hasta doctrinario, que es quizás el último modo como Mariátegui et al. habrían querido ser apropiados. Comparto el interés por las obras de pensadores peruanos que tiene Daniel, aunque lamentablemente no comparta su dedicación a leer todo lo que cae en sus manos con una constancia que linda con la religiosidad. Pero al menos fuimos capaces de armar alguna idea que permitiera un poco afrontar este problema: de un lado, recuperar la obra de pensadores peruanos, particularmente de Mariátegui, y contribuir no sólo a su preservación sino también a su difusión. De otro, hacer esto de un modo creativo, y un modo que permitiera a su vez reapropiar los textos de un modo crítico y que abra la puerta para nuevas interpretaciones y formulaciones.

No había, creo, otra manera de hacer esto que no fuera performativamente. La manera de promover la apropiación crítica, transformadora de la obra de Mariátegui, tenía que ser ella misma una apropiación crítica y transformadora. Así que a partir de eso, Daniel ha empezado con Amauta, el blog de José Carlos Mariátegui. La idea es bastante simple, y está inspirada por otro proyecto similar, el blog de los diarios de George Orwell. Amauta publica regularmente breves pasajes de diferentes textos de Mariátegui, fragmentos de artículos, y la idea es presentarlos como si fueran sus propias reflexiones volcadas a un blog.

El asunto, sin embargo, va más allá de la transcripción mecánica. La idea también es de esta manera realizar una doble actualización de la obra de JCM. Por un lado, enfrentándola con un medio virtual y con su propia gramática, con una lógica diferente de publicación, de formato, de comentarios, de comunidad y de discusión. Por otro lado, tratando de sacarle el jugo al máximo a esta lógica propia del medio virtual: poner su obra en este formato nos da la oportunidad de ampliar su contenido en la medida en que el texto virtual no es estático ni lineal. Daniel ha empezado a hacer esto convirtiendo los nombres de autores que refiere Mariátegui en enlaces a sus entradas en Wikipedia – de la misma manera, diferentes conceptos, referencias históricas, personajes, menciones y demás pueden enlazarse y asociarse a artículos, ampliaciones, discusiones, noticias, videos, conferencias, y demás elementos que permitan ampliar el universo de significado de estos textos, y reintroducirlos además en la problemática contemporánea. Enlazando al contenido actual, literalmente, las propias palabras de Mariátegui, se deja asentada la idea de que estos textos y estas ideas tienen aún mucho que iluminar del presente. Y deberían ser, espero, motivo para que se discuta qué pueden aportar y qué no.

Sin lugar a duda, lo último que esto quiere decir es que JCM sea el alfa y el omega, el principio y el fin de la discusión. Simplemente, creo, busca ser un punto de partida. No dudo que aún hoy sea posible, incluso sumamente necesario, que se escriba una obra del alcance y la envergadura de los 7 ensayos. Pero al mismo tiempo que creo eso, creo que hoy, y más todavía mañana, los nuevos 7 ensayos podrán venir en la forma de un blog, de un wiki, de un canal en YouTube, y que aún no estamos del todo preparados para lidiar con esto. Pero este experimento de aproximar a Mariátegui a la “realidad virtual”, y de este modo actualizarlo, y permitir su apropiación por parte de una nueva generación de interesados, quizás nos eche luces y brinde pistas sobre por dónde podría ir un esfuerzo de esta naturaleza.

P.S.: Un valor del proyecto del que acabo de caer en cuenta. Así como los enlaces abren nuevas conexiones que trazar entre JCM y el presente, el hecho de que un visitante causal pueda caer en el blog de JCM porque buscó en Google algún término vinculado a la actualidad nacional, abre el potencial para que de esta manera más personas descubran, aunque sea casualmente, la existencia y relevancia de este vínculo.