Sobrevivir en el mundo real para dummies III

October 3, 2007 – 11:20 pm

¿Quieres dedicarte a hacer lo que te gusta y no morir en el intento? He aquí un tip interesante.

He pensado en esto desde que estaba en el colegio, casi a medida de consuelo quizás, pero hace un tiempo lo encontré corroborado en el blog de Scott Adams, y él creó a Dilbert, así que debe saber de lo que habla.

La figura es la siguiente: en el excesivamente competitivo mercado en el que nos movemos, aspirar a ganarle a todos los jugadores en el mismo juego es una idea un poco peregrina. Admirable, pero no por eso menos peregrina. Una encuesta reciente en EEUU señaló que 90% de los trabajadores en una organización considera estar entre los 10% mejores. Así que, claramente, autoconfianza y autoconvencimiento no son todo lo que uno necesita para alcanzar la tan ansiada realización y con suerte la felicidad, a pesar de lo que la literatura de autoayuda nos quiera vender.

Entonces, volverse el mejor dentro de cualquier área en particular es sumamente complicado, y difícil de corroborar con la realidad. Más aún, se vuelve crecientemente difícil ofrecer algo nuevo, una ventaja competitiva por la cual uno debería resaltar más que los demás. Entiéndaseme bien con esto, al considerar que esto se aplica casi a cualquier disciplina o profesión, ámbito u organización. Académicos orgullosos, esta precisión va dirigida a ustedes: entre tanta especialización y rigurosidad, pues en el camino es muy fácil perder la capacidad para ser innovador. El mundo académico tiene esa facilidad para arrebatarle a uno la iniciativa y la creatividad conforme se sumerge en la “comunidad de expertos”.

Pero difícilmente a cualquiera de nosotros nos importa solamente una cosa. Definitivamente mi único interés en el mundo no es la filosofía. Tenemos hobbies, intereses, pasiones, gustos, excentricidades, talentos, y demás agregados que complementan lo que podría ser nuestra dedicación principal. Ahora el tan ansiado tip: uno no debe realmente buscar su área de trabajo, su especialización, su nicho. O bueno, más que buscarlo, uno debe crearlo. Y para crearlo, uno puede hacer un trabajo de mezcla y combinación: no buscar ser el mejor en un solo tema, sino apuntar a estar entre los mejores respecto a dos o tres, vincularlos, y crear una perspectiva nueva. De la cual uno es amo y señor. Sobre la cual uno pueda afirmar cosas interesantes, novedosas, que ameriten que a uno le presten atención por más de 15 segundos.

Sobre todo aquellos de nosotros que estamos en el sector “sin fines de lucro” (léase, a los que se nos vaticina la muerte por hambre) solemos preocuparnos mucho por cómo ganarnos la vida haciendo lo que nos gusta. Ante el pánico, nos aferramos a cualquier cosa que nos ofrezcan en el camino. A lo que voy es justamente que debemos resistirnos a eso, y aspirar a una perspectiva más integral de lo que hacemos, no necesariamente aquella que el canon nos ha querido dictar. Si quieres combinar filosofía con fotografía documental y la historia de los videojuegos, pues ahí tienes tu propio nicho. Si quieres mezclar la sociología con el arte pop y la gastronomía de Gastón Acurio, ahí está tu nicho. Busca lo tuyo, y para hacerlo, prueba diferentes combinaciones de cosas que te atraigan lo suficiente como para hacer algo en torno a ellas por un buen rato de tu vida.

Si consigues ser medianamente competente en esas tres regiones temáticas, y si logras encontrar un hilo conductor entre todas que sea medianamente coherente, tienes al mismo tiempo algo nuevo y personal, una fuente de ideas innovadoras, una ventaja competitiva y algo que te hace más feliz, en más sentidos, al mismo tiempo.

Así que pregúntate, ¿en qué tres cosas destacas como para buscar tu nicho? ¿Con qué tres áreas quieres armar tu híbrido?

Otros artículos en esta serie:

Comentarios bienvenidos.

  1. 1 Trackback(s)

  2. Oct 5, 2007: Invasiones Bárbaras | Sobrevivir en el mundo real para dummies II

Sorry, comments for this entry are closed at this time.