Transformaciones

September 14, 2007 – 12:14 am

Es un lugar común, por lo demás apócrifo, señalar que estamos en un momento de cambios profundos. Todas las épocas, todos los periodos, han sido momentos de cambios profundos, así que señalarlo se vuelve casi una trivialidad. Quizás, sólo quizás, este momento sí tenga algo de distintivo: la posibilidad de ser concientes del propio cambio, porque éste se ha vuelto tan vertiginoso. Donde antes el mundo demoraba siglos en desarrollar, lentamente, transformaciones notables, a través de generaciones, hoy el mundo en el cual un hombre muere no es ni remotamente el mismo en el que nació. De allí que podamos darnos cuenta del cambio, y de allí que nos resulte tanto más presente que en otras épocas.

A lo que voy con esta hipótesis viene a hilarse con lo que he venido considerando los últimos días sobre cómo sobrevivir en el mundo real, empezando por el autoconocimiento y siguiendo por la búsqueda de la felicidad, de alguna manera. Ahora, creo que sería pertinente un poco de conocimiento del mundo, a raíz de algunas ideas de las últimas horas. Acabo de publicar hace algunos minutos en mi blog personal un artículo que considera los diferentes cambios en una serie de campos en la actualidad, que están transformando nuestras prácticas desde lo más profundo. Estos cambios están en muchos casos fundamentalmente vinculados con la influencia del desarrollo tecnológico en el último siglo.

¿Qué es éste conocimiento del mundo del cual hablo? Pues en esencia, si queremos sobrevivir en el mundo real -y doy por supuesto que lo queremos- y queremos dedicarnos a realizar aquello que nos gusta para poder, justamente, realizarnos, tenemos que entender bien las reglas de juego para poder participar. Y hoy por hoy, eso significa también entender que muchas de estas reglas de juego están cambiando, por no decir colapsando.

La economía, la producción y los negocios ya no pueden ser lo mismo. Hoy que el principal bien en nuestra sociedad es el conocimiento, este mismo bien puede reproducirse y distribuirse sin mayor costo ni problema, pero esto mismo hace que su valor (de cambio) se trivialice, y sobre todo no pueda controlarse su difusión. Como se ha dicho muchas veces, la información quiere ser libre, y sigue demostrando que lo será.

Las organizaciones vienen teniendo que adaptarse a un ciclo de desarrollo mucho más intenso, donde la innovación es el camino fundamental. Eso quiere decir que estructuras corporativas u organizativas clásicas, que favorecían principalmente la permanencia y la estabilidad, dejan de tener sentido. Hoy está de moda aprender a lidiar con el cambio porque es inevitable, pero son aquellos que logran navegar el cambio quienes consiguen los mejores resultados.

La producción de arte y de objetos culturales está hoy al alcance de todos. Blogs, como éste mismo, permiten a cualquier persona de a pie tener una vez que publicar frente al mundo; los costos de producción hacen medianamente accesible la posibilidad de tener los medios para producir video o audio, y existen hoy los canales de difusión y distribución que ponen al creador al instante frente a un público mundial. Como consecuencia de esto, los modelos de negocios de industrias basadas en la producción y distribución de este tipo de contenidos, dejan de tener sentido, y hoy vemos como grandes organizaciones no atinan más que a manotazos de ahogado por sobrevivir.

De la misma manera, la producción de libros pierde también un poco de sentido. Hoy, en general, hay un giro de la producción en masa hacia la producción altamente focalizada -un nicho sumamente específico puede igualmente tener un público de miles o millones de personas cuando se le considera a nivel global-, que hace viables empresas antes descartadas por su poco potencial de mercado. Para los libros, este fenómeno se junta con la disponibilidad de tecnologías de impresión por demanda a costos tolerables, y la posibilidad de distribuir contenido electrónicamente. La producción masiva de libros deja también de tener sentido, y la distribución se vuelve casi automáticamente en una posibilidad global. Como editor, perfectamente puedo coordinar, desde cualquier lugar del mundo, con imprentas en diferentes lugares, la impresión y distribución por demanda de un libro nuevo para el cual se impriman tantas copias como haya pedidos, pudiendo así invertir nada y gestionar mis operaciones con el capital de las mismas ventas. Enormes aparatos operativos pueden así moverse desde la comodidad de mi hogar, sin mayores complicaciones.

Así sucesivamente, uno tras otro, diversos órdenes de nuestra vida vienen experimentando transformaciones sustanciales. Las reglas de juego que antes eran ya no son más, pero mucho de esto aún se encuentra en su infancia, y las cosas recién empiezan a tomar forma.

¿De qué te sirve este conocimiento del mundo? De lo que quieras. Sea cual sea tu campo de acción, también está viéndose transformado, con o sintigo. La consideración -filosófica, desde mi modesto punto de vista- de la manera como lo esté haciendo, te permite romper o estirar las reglas de juego en función a las nuevas reglas, te permite jugar la incertidumbre a tu favor y encontrar las oportunidades que otros aún no ven, por seguir tratando de luchar con el tiempo presente. Para aquellos de nosotros que hemos tenido una formación alternativa en materias de asuntos humanos -sobre cosas como sobrevivir en el mundo real-, algo de lo que a menudo podemos jactarnos es de un bagaje tal que nos permite enfocarnos en cosas que los demás no ven por no estar entrenados para verlas. Espada del augurio, quiero ver más allá de lo evidente. Y sin pretender predecir el futuro, lo único que sugiero es que leamos detenidamente el presente para ver lo que en él hay contenido, hay en desarrollo, y figurarse más o menos por dónde irá la cuestión.

Dedícate a hacer lo que te guste, lo que te haga feliz. De todas maneras. Pero sea lo que sea que eso sea, dedícate a entender la lógica que rodea a la actividad, mira de dónde viene y a dónde va, y trata de ubicarte de tal manera que cojas la cresta de la ola. Ahora que el mundo es un gran Transformer, y las reglas de juego cambian, tenemos la gran oportunidad de, justamente, crearnos las oportunidades que queramos.

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